Presentación y traducción de Leonardo Rodríguez Duplá
ISBN: 978-84-301-2143-4
Ediciones Sigueme

Obras como Una recensión literaria desmienten algunos tópicos sobre el genial pensador danés, al que se suele considerar tan centrado en la existencia individual que olvida las circunstancias sociales, a menudo penosas, que determinan la historia humana. Lo cierto es que frente al elitismo de las corrientes liberal y conservadora de su tiempo Kierkegaard abrazó decididamente la causa del hombre corriente.
Resulta paradójico que lo que empezó siendo una mera reseña literaria sobre la novela de 1845 Dos épocas, de Thomasine Gyllembourg, en la que se relatan las vicisitudes de una familia de la alta burguesia de Copenhague, terminara convirtiéndose en un libro publicado un año después.
La importancia de este escrito es doble. En él Kierkegaard testimonia, por una parte, su concepción del arte de narrar, que comparte muchos aspectos de las etapas por las que discurre la existencia. Por otra parte, expresa con libertad su visión de la politica y las relaciones sociales, hasta el punto de formular un juicio crítico sobre la modernidad. Y lo que resulta más sorprendente: su diagnóstico es profético, en el sentido de que muchas de las notas que describen la sociedad de su tiempo se pueden aplicar a las actuales sociedades de masas, hasta el punto de constituir una llamada de atención que conviene tomar en serio.

Søren Kierkegaard nació en Copenhague en el año 1813. Estudió filosofía y teología. Tras la muerte de su padre en 1838, se apasionó por los problemas existenciales. Se graduó en 1841, recibiendo la licencia de pastor luterano. Dedicó su tiempo a la reflexión filosófica y a exhortar a sus contemporáneos por medio de escritos, en lo cual gastó su herencia. Murió agotado y arruinado, el 11 de noviembre de 1854.
Entre sus numerosas obras cabe destacar: O lo uno o lo otro (1843), Migajas filosóficas (1844), Postcriptum definitivo y no científico a las Migajas filosóficas (1846), Las obras del amor (1847), De una mujer (1849-1851), y El instante (1855)